El viejo y La Habana
TRAS LOS PASOS DE ERNEST HEMINGWAY EN CUBA. Desde que la pisó por primera vez, en 1932, el errante y aventurero novelista norteamericano solo abandonaría la isla para suicidarse. Los lugares donde residió, bebió y escribió durante 28 años hoy son museos y sitios de peregrinación cultural. Esta es la ruta Hemingway. Por Rubén Barcelli La Habana Vieja. Cruce de la calle Obispo con Mercaderes. Hotel Ambos Mundos. Habitación 511. Ernest Hemingway desayuna leche fría y un pan. Las puertas abiertas de la terraza dejan ver una mañana típica cubana a pleno sol. La Catedral, los techos de los solares y algunas humildes embarcaciones desperdigadas en la bahía. Se sienta a la mesa desordenada por tantos libros y revistas de viajes. Corre el carrete de su máquina de escribir Royal y coloca otro papel bajo el fijador. “Ya sabes cómo es La Habana por la mañana temprano, con los vagabundos que duermen todavía recostados a las paredes; aun antes de que los camiones de las neverías traigan el hielo a l...