El imperio de la luna
EL CUSCO, DE NOCHE. Amores tan fugaces como cosmopolitas, bailes erógenos y copas políglotas envuelven la vida nocturna de la capital del Ombligo del Mundo, casi tan legendaria como sus atractivos turísticos y su imponente pasado. Por Rubén Barcelli El Inka Trail comienza en el Fallen Angel, the Restaurant & The Guest House. Ubicado en la Plazoleta Nazarenas, el lugar ha sido decorado de excesivo barroco. El más sobrecargado sincretismo religioso. Allí, entre querubines, cruces talladas, colores potentes, cuadros de la escuela cusqueña y velas rojas, un inmenso ángel robótico, de color acero brillante, colgado en el centro del ambiente principal, reza con la cabeza agachada mientras extiende sus largas alas en la tierra donde nunca debió caer. El fallen angel bendice a los parroquianos oriundos de múltiples latitudes que, debajo de él, transitan por el recinto. Parroquianos como Ian, Cheryl, André y Nikki, quienes buscan una mesa entre la grey, algo tímidos y tratando de aclimatars...