Permiso, Don Bryce
Debido a lo acontecido con Alfredo Bryce, creo que es conveniente recordarlo cuando era entrañable (Beto Ortiz le dice “El Entrañable”, no me quejo). Les entrego entonces una crónica que hice con motivo a la presentación de Permiso para sentir, su segundo volumen de anti-memorias, hace ya un tiempo. A su salud, maestro. Alfredo Bryce conmueve y enseña a la vez। Permiso para sentir, su segundo volumen de anti-memorias, se compone de un periplo de anécdotas entrañablemente divertidas que nos enseñan a tomarnos la vida no muy en serio M iércoles 1 de junio, 7:30p.m. Alfredo Bryce ingresa al lobby del Hotel Miraflores Park Plaza acompañado de sus presentadores, Fernando Ampuero y Alonso Cueto. Viste un terno gris y una corbata “michi” de color verde. “Es la primera vez, después de 40 años, que me pongo una de estas corbatas en el Perú. Las he usado en todo el mundo menos aquí, por el qué dirán”, comenta sonriente. Le pregunta –con esmerada discreción- a uno de los agentes de seguridad del ...