STATUS.CUENTO
Lo que murmura la gente tiene algo de verdad, no es puro mito. A Status sólo entran los fashion, los más bellos, los mejores; me refiero a los pecadores con American Express y a sus féminas cómplices, tan adictos a ese mundo psicodélico y nocturno. Sí, es la respuesta a tu pregunta. Sí, Lima es el infierno y Status es el point: el anfiteatro de la lujuria. After party De pronto, desperté en mi casa. Pamela ya se había ido. Sólo me dejó un dolor en la pelvis, la sensación de su piel levemente fría como el yogurt impregnado en mi cuerpo y su sudor delicioso de perfume caro. Yo esperaba más bien su teléfono. No me lo quiso dar, quizás para no tener que decirme que no me quería volver a ver. Tengo la garganta seca, los huesos destrozados y la cabeza me revienta aún más por los chillidos de Alonso. Apenas despertó, empezó a gritar, incontrolable, preguntando dónde mierda estaba. Me amenazó con las llaves de su auto mientras buscaba algo en mi departamento que le sirviera como un arma mucho ...