Tinta y pasión.Vallejo y Mariátegui, periodistas
Abril es el mes más cruel, decía un verso de Tierra Baldía, el poemario más celebrado del anglosajón T.S. Eliot. Pero en el Perú no es así. Abril es el mes de las letras. ¿Por qué? Porque los estudiosos han descubierto efemérides, cumpleaños y otros hallazgos que unen a una serie de escritores nacionales que han servido como pretexto para celebrarlos a ellos y a sus textos. De alguna manera el ensayista José Carlos Mariátegui y el poeta César Vallejo tienen que ver con el asunto. Veamos.
El hecho que en los primeros años del siglo XX, José Carlos Mariátegui haya vivido en la cuadra 11 de lo que hoy es la avenida Washington, para muchos no tiene importancia. Estudiosos como el recordado profeso José Miguel de Priego y el catedrático Wiston Orrillo, sí fueron más allá de esa circunstancia geográfica. Mariátegui era periodista de hípica y qué mejor tener una casa a una cuadra de lo que entonces era el hipódromo de Santa Beatriz y que hoy conocemos como el Campo de Marte.
El autor de Siete Ensayos de la Realidad Peruana, destaco en la crónica de caballos firmando con el seudónimo de ‘Juan Croniquer’ pero fue además un periodista integral, sensible, humanista y diestro en convertir las noticias en un saber que formaba conciencias y valores. Su posterior estadía en Europa lo dotó den una visión holística que lo hace uno de nuestros mejores periodistas, digno de imitar, materia que pocos han descubierto.
En el caso de César Vallejo ocurre otro tanto. Nuestro vate trujillano no destaca sólo por esa maravillosa forma de escribir poesía, sino su forma de ser. Fue un ser humano extraordinario y eso se trasunta a través de sus versos, sus palabras. Como dice le maestro Manuel Velásquez: “Creo que pocos poetas han dicho tanto sobre la solidaridad humana como Vallejo, pocos poetas han dicho tanto sobre el dolor como Vallejo, pocos poetas han dicho tanto en verso como él...
Pero Vallejo también fue un notable periodista. Ser vital, es un hombre alegre. Hay que leer solamente ese poema maravilloso El Hallazgo de la Vida. Vallejo escribió novelas como el “Tungsteno”. Por eso la narración de Vallejo debe ser revalorada y su periodismo también. “Porque Vallejo fue un periodista realmente fuera de serie. Si queremos conocer el Paris de los años 20 al 30, hay que leer los artículos de esa época. Nunca he visto un periodista igual. Bueno, solamente se le igualaba a Mariátegui, pero Mariátegui sabemos que tenía una dirección mucho más política. Vallejo, en ese sentido, es mucho más amplio que Mariátegui, pues veía todos los ángulos, el político, el humano, el social. Realmente era un periodista completo” termina diciendo Velásquez.
El hecho que en los primeros años del siglo XX, José Carlos Mariátegui haya vivido en la cuadra 11 de lo que hoy es la avenida Washington, para muchos no tiene importancia. Estudiosos como el recordado profeso José Miguel de Priego y el catedrático Wiston Orrillo, sí fueron más allá de esa circunstancia geográfica. Mariátegui era periodista de hípica y qué mejor tener una casa a una cuadra de lo que entonces era el hipódromo de Santa Beatriz y que hoy conocemos como el Campo de Marte.
El autor de Siete Ensayos de la Realidad Peruana, destaco en la crónica de caballos firmando con el seudónimo de ‘Juan Croniquer’ pero fue además un periodista integral, sensible, humanista y diestro en convertir las noticias en un saber que formaba conciencias y valores. Su posterior estadía en Europa lo dotó den una visión holística que lo hace uno de nuestros mejores periodistas, digno de imitar, materia que pocos han descubierto.
En el caso de César Vallejo ocurre otro tanto. Nuestro vate trujillano no destaca sólo por esa maravillosa forma de escribir poesía, sino su forma de ser. Fue un ser humano extraordinario y eso se trasunta a través de sus versos, sus palabras. Como dice le maestro Manuel Velásquez: “Creo que pocos poetas han dicho tanto sobre la solidaridad humana como Vallejo, pocos poetas han dicho tanto sobre el dolor como Vallejo, pocos poetas han dicho tanto en verso como él...
Pero Vallejo también fue un notable periodista. Ser vital, es un hombre alegre. Hay que leer solamente ese poema maravilloso El Hallazgo de la Vida. Vallejo escribió novelas como el “Tungsteno”. Por eso la narración de Vallejo debe ser revalorada y su periodismo también. “Porque Vallejo fue un periodista realmente fuera de serie. Si queremos conocer el Paris de los años 20 al 30, hay que leer los artículos de esa época. Nunca he visto un periodista igual. Bueno, solamente se le igualaba a Mariátegui, pero Mariátegui sabemos que tenía una dirección mucho más política. Vallejo, en ese sentido, es mucho más amplio que Mariátegui, pues veía todos los ángulos, el político, el humano, el social. Realmente era un periodista completo” termina diciendo Velásquez.
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